Llevaba ya un tiempo sin salir y aprovechando San isidro, siempre me gusta hacer una escapada, esta vez le tocó el turno a Sierra Nevada, que el pasado año me quedé con las ganas, así que hasta allí me fui a pesar de la incertidumbre del tiempo.
El viernes por la tarde dejé todo preparado para no despertar a la familia y a las 6 de la mañana salía del garaje, me esperaban unos cuantos km aburridos por autovía, pero a pesar de la niebla que pillé casi todo el camino, no se me hizo especialmente pesado, a las 9:40 estaba repostando en Granada.
Una vez llenado el deposito y después de haber avisado en casa de que ya estaba en Granada, me dispuse a subir el puerto que sube a las pistas de esquí, al principio me asuste, los coches bajaban con nieve, me temí lo peor, como a mitad del puerto tomé un desvío por una carretera de montaña que terminaría convirtiéndose en pista.
Solo había avanzado unos pocos km por la carretera, cuando empecé a ver los grandes picos de la sierra, esto no duraría mucho, por que las nubes que estaban bajas ascendían con gran rapidez, ocultando toda la parte alta, aún así pude hacer unas pocas fotos, es el único pero que puedo poner a este viaje, pero todo lo demás perfecto.
Cuando llegué al punto más alto a aproveché para hacer una última foto de la sierra, que por cierto estaba bien cargada de nieve.
Desde allí ya se iba a media ladera, no pudiendo subir más alto ya que es parque nacional y no era cuestión de jugársela, además tampoco había pistas. Es impresionante los contrastes que ofrece la zona, bajas unos pocos km, no muchos la verdad y el paisaje cambia radical, esta zona ofrece muchas posibilidades.
Había que ir muy fino y atento, las pistas no tenían un tramo recto, las curvas se sucedían una tras otra y ademas había una capa fina de barro que me dio varios sustos al irse del tren delantero .
Pasé cerca de algunos pueblos y eso me tranquilizaba ya que si surgía algún problema podría acercarme a uno de ellos.
Para el otro lado se divisaba la sierra de Huetor, que por lo que vi también merece una visita.
Ya llevaba un buen tramo recorrido de los más de 200 km de pista que había planificado, no me encontré ni un alma y todo estaba saliendo a la perfección, pude pasar por todas las pistas sin problema y no tuve tampoco dificultades a la hora de navegar, una vez más los cambios de paisaje se sucedían, al norte la sierra con su manto de nieve y nubes en los picos, precedidos de inmensos pinares y hacia el sur zonas semi deserticas, despejadas de nubes y soleadas.
Ahora tocaba subir de nuevo para llegar al otro lado, para terminar la jornada en la provincia de Almeria
Ya estaba terminando la jornada cuando me encontré este mirador con unas vistas alucinantes, las fotos no hacen justicia a tal magnitud, allí paré un buen rato, ya que estaba empezando a estar cansado, posteriormente me dirigí ya por carretera a la casa rural donde había reservado para hacer noche.
CONTINUARÁ ........
. Muy chula si señor
