A la "presa rota". 5ª entrega del puzzle
Publicado: 19 Jul 2017 23:51
Como sabéis, se está realizando la II Vuelta a España- El puzle 2 . Más info aquí.
La 5ª entrega iba a ser doble, puesto que el puzle tenía que ir de Zamora, en donde está Txague, a Vigo y Pontevedra (Leoncio y Javi, respectivamente).
A la hora de preparar la ruta, Txague propuso a los gallegos ir hasta Zamora y hacer una ruta off-road desde Zamora hasta la presa de Vega de Tera, conocida como “la presa rota”, en la montaña de la zona de Sanabria, haciendo noche en un refugio y vuelta a Zamora al día siguiente.
Los que no conozcan la historia de la “presa rota” podéis buscarla en internet… un negro episodio más de la historia de este país.
Ante semejante reto, no dudamos ni un instante en aceptarlo. A la ruta del sábado, se apuntaron tres zamoranos más, así que nos íbamos a juntar:
Santiago (Txague). KTM 690 enduro R
Luis (Leoncio). BMW F800GS
Javi (javi). Honda XR650R
Antonio (Sayago). BMW F800GS Adventure
Chema. BMW 1150GS
Javi. BMW 1200GS
El viernes descubrimos que la f800 no entra en una Peugeot Expert, así que metimos mi XR y todo el equipaje, mientras Leoncio se iba en la moto… 350 km de aperitivo…
Llegando a Zamora, la luz del atardecer le da un tono espectacular al paisaje.
Llegamos ya anocheciendo, descargamos equipaje y moto y nos fuimos a tomar algo mientras esperábamos a Txague. En cuanto llegó, abrazos y tertulia, breve, que al día siguiente había que madrugar… quedaban por delante 200 km de caminos, pistas, piedras y polvo…mucho polvo.
Listas para la aventura
El sábado por la mañana salimos temprano camino de Zamora, a repostar y desayunar con los que faltaban para completar el grupo.
Yo creo que no llevábamos ni 500 metros cuando se produjo el primer episodio de lo que sería tónica habitual en todo el camino de ida: voy dejando atrás parte del equipaje… Al no tener parrilla, da igual como ate los bultos…10 baches y ya van por libre. Parada para recolocar equipaje, y repetimos la salida. Txague abre camino, yo en medio y Leoncio detrás vigilando que no vaya soltando más lastre.
No se volvieron a repetir percances hasta…unos 10 km después… paramos a llenar depósitos y al arrancar la moto, se parte el cable del descompresor… jooood….rrrr…. los que han arrancado monocilíndrico gordo a patada saben de qué hablo…casi me vuelvo a casa ahí mismo.
Tiramos para la cafetería donde habíamos quedado, … presentaciones, desayuno, cháchara y ¡venga, que nos vamos!!!
De izquierda a derecha: Leoncio, Javi, txague, Sayago y Chema... los dos que vienen detrás son de otro grupo...
Y el javi que falta
Enseguida dejamos el asfalto para meternos por caminos de tierra, secos, que ya a las primeras de cambio nos enseñan lo que nos espera: una nube de polvo que nos envolverá durante casi todo el día, bueno, a txague no… ventajas de ir de guía…
Después de unos pocos kilómetros, nos metemos en el primer paso complicado: una subida pronunciada que había que tomar sin apenas inercia, lo que podía poner en apuros a las gordas.
Javi
Sayago
El menda
Chema, y detrás txague
Un poco más adelante, llegamos a un camino con una hierba húmeda que provocó un par de caídas, más aparatosa la de Leoncio, que aunque en principio parecía que no dejaba daños, al día siguiente se resentiría de un hombro, además de un par de heridas de guerra para la montura.
También hubo profundos y peligrosos vadeos…
https://vimeo.com/226196388
Vamos enlazando distintos caminos secos, saltando de uno a otro por breves tramos de asfalto. A todo esto, yo seguía soltando lastre… menos mal que no era el último, si no, llego sin saco y sin esterilla para dormir. Aprovechando que había alguna parrilla libre, le endoso sin pudor alguno el saco de dormir a Chema , llevando únicamente la esterilla atada con 2 cinchas... (ésta no se me cae, me digo...)
Hacemos una paradita a refrescarnos, que no todo va ser tragar polvo, y continuamos.
Se suceden bonitos parajes. Me llama especialmente la atención un campo de cereales que atravesamos por un serpenteante camino.
Al llegar al final de una larga pista entre pinos muy bonita, que permitía ir algo “alegre”, me dicen que por equipaje sólo llevo las cinchas… cagontóloquesemenea!!!… a dar la vuelta a ver si aparece la esterilla. Por suerte estaba esperándonos unos 3-4 km atrás.
Txague, Sayago, Leoncio y Javi (detrás de la cámara) esperándonos a Chema y a mí.
Aquí nos dejaría Javi (1200GS), que se tenía que volver a comer a casa. Decía que era su cuarta o quinta salida por lo marrón… yo no me lo creo por como llevaba ese mastodonte por donde fuimos… bravo por él!!!
La gran preparación física que me caracteriza empezaba a dar sus frutos: debíamos llevar unas 4 horas, cuando al ir a iniciar una subida rota, se me cala la moto… la única cuesta cercana es hacia arriba… así que lo intento a patada. A la tercera estaba tan fundido que me desequilibré y la moto se acuesta…, y yo casi con ella... . Es en estos momentos cuando echas en falta el botón mágico...Al rato viene Sayago, y entre los dos logramos subirla por la cuesta para arrancarla a la vieja usanza: meter segunda y para abajo. Resuelto el percance, nos reagrupamos y seguimos.
La caída tonta
https://vimeo.com/226197697
Continuamos por caminos rotos y cortafuegos
Leoncio
Chema
Javi
Un pequeño resumen
https://vimeo.com/226197605
Se acercaba la hora de parar a comer, pero aún nos quedaba una subida larga y rota, con mucha piedra suelta y dos estrechas roderas que la vegetación dejaba libres. Después de subir y subir, ya muy cerca del final, nos encontramos un tramo con unos profundos regueros por los que no se podía pasar. Txague lo intenta por un lateral lleno de maleza, y sube unos cuantos metros, pero la cosa está muy mal… las gordas por aquí no pasan… y las flacas con apuros…
Desde arriba
Un indígena de la zona hace de contrapunto a unas espectaculares vistas
Decidimos dar la vuelta...
y tirar por carretera hasta Puebla de Sanabria, en donde paramos a comer…¡y a beber!!
Ya un poco recuperados, cogemos nacional hasta Padornelo, en donde tomamos la pista que lleva hasta la presa. Nos faltan unos 30 km de pista rota y con piedra, machacona para los ya cansados brazos y piernas (por lo menos los míos, que parecían de mantequilla). El polvo no nos acompaña en esta ocasión, permitiendo disfrutar del paisaje.
En el bonito embalse de Cárdena hacemos un alto. Al fondo se ve el lago de Sanabria
Nos vamos acercando a la presa de Vega de Tera, la “presa rota”, que aparece bruscamente después de una curva en bajada. Impresiona el tamaño del boquete abierto por el agua.
El paraje es impresionante, y llama la atención, sobre todo, el silencio. Llegar hasta aquí no es fácil, pero vale la pena.
Sayago, Txague y Chema en la terraza del refugio
Chema y Sayago se vuelven a Zamora. Les queda un buen tramo de vuelta... Bravo por ellos también!!!
El “hotel” en donde pasaremos la noche los tres
Bajamos hasta el río con intención de darnos un chapuzón (al final quedó en eso…intención, el agua estaba bien fresca).
Desde aquí se contempla la otra cara de la presa, y abundan enormes cascotes de la presa que arrastró el agua en su carrera hacia el pueblo de Ribadelago
Las máquinas también tienen su merecido descanso
esta crónica está patrocinada por…
El reposo del guerrero…
El sol cae rápido detrás de las montañas. Estamos a unos 1500 metros y empieza a refrescar, así que encendemos la calefacción
A la luz de la lumbre, damos cuenta del menú escogido para la ocasión: delicias de ave sobre masa de trigo al horno, con láminas de tomate, y otras viandas
Todo ello bien regado con un tinto Don Simón madurado en Brick de cartón cosecha del 17
Cuando hemos dado cuenta de tan ricos alimentos, sacamos las piezas del puzle y lo montamos
la 5ª etapa del puzle está completada!!!
Después de un paseo para digerir tan opípara cena y, aprovechando que estamos en un sitio privilegiado para ello, nos entretenemos en observar el firmamento, que, gracias a la ausencia de luz en kilómetros a la redonda, luce de una manera espectacular. Al rato nos retiramos a descansar...mas o menos...
Por la mañana, un frugal desayuno nos pone en marcha. Nos acercamos a ver la cercana presa de Vega del Conde, y echar un vistazo a su refugio. Está en mucho mejor estado que el de Vega de Tera, pero esa noche mejor no haberla pasado allí…la juerga se debieron correr los que lo ocupaban no debió de acabar pronto…
Iniciamos camino de vuelta, haciendo una parada para despedirnos de la “presa rota”
Antes de llegar al embalse de Cárdena, cogemos un desvío que lleva a un mirador sobre el Lago de Sanabria
Al lado del lago, se puede ver en primera instancia el pueblo de Ribadelago, arrasado por la riada que provocó la rotura de la presa, y más alejado, el pueblo de Ribadelago Nuevo, que construyeron para alojar a los supervivientes. Otro despropósito: casas ideadas para construir en el sur y en las que en invierno no da el sol en todo el día
Dejamos el mirador y nos encaminamos a Padornelo, en donde hacemos un desayuno en condiciones. Aquí nos deja Leoncio y su maltrecho hombro, que vuelve para Vigo.
Txague y yo tiramos para Zamora. Aprovechando que tengo que volver por este sitio por la tarde de vuelta a casa, dejo todo el equipaje en la cafetería…
Sólo vamos dos, por lo que el ritmo es mucho más alegre que el día anterior.
De la vuelta no hay fotos ni videos, sólo dar gas...subir...dar gas...bajar...derrapar y seguir dando gas… Disfruté como gorrino en lodazal. Pena no poder hacer todo el camino de vuelta por off, pero tenía que llegar a casa a una hora decente, y los últimos kilómetros fueron por asfalto.
Llegamos a Zamora, cargamos la moto y vuelta para casa, que aún tenía 4 horas de camino.
Aquí finaliza el relato de un fin de semana ALUCINANTE, por la ruta, por los paisajes, por el vino , y sobre todo, por la gran compañía.
La 5ª entrega iba a ser doble, puesto que el puzle tenía que ir de Zamora, en donde está Txague, a Vigo y Pontevedra (Leoncio y Javi, respectivamente).
A la hora de preparar la ruta, Txague propuso a los gallegos ir hasta Zamora y hacer una ruta off-road desde Zamora hasta la presa de Vega de Tera, conocida como “la presa rota”, en la montaña de la zona de Sanabria, haciendo noche en un refugio y vuelta a Zamora al día siguiente.
Los que no conozcan la historia de la “presa rota” podéis buscarla en internet… un negro episodio más de la historia de este país.
Ante semejante reto, no dudamos ni un instante en aceptarlo. A la ruta del sábado, se apuntaron tres zamoranos más, así que nos íbamos a juntar:
Santiago (Txague). KTM 690 enduro R
Luis (Leoncio). BMW F800GS
Javi (javi). Honda XR650R
Antonio (Sayago). BMW F800GS Adventure
Chema. BMW 1150GS
Javi. BMW 1200GS
El viernes descubrimos que la f800 no entra en una Peugeot Expert, así que metimos mi XR y todo el equipaje, mientras Leoncio se iba en la moto… 350 km de aperitivo…
Llegando a Zamora, la luz del atardecer le da un tono espectacular al paisaje.
Llegamos ya anocheciendo, descargamos equipaje y moto y nos fuimos a tomar algo mientras esperábamos a Txague. En cuanto llegó, abrazos y tertulia, breve, que al día siguiente había que madrugar… quedaban por delante 200 km de caminos, pistas, piedras y polvo…mucho polvo.
Listas para la aventura
El sábado por la mañana salimos temprano camino de Zamora, a repostar y desayunar con los que faltaban para completar el grupo.
Yo creo que no llevábamos ni 500 metros cuando se produjo el primer episodio de lo que sería tónica habitual en todo el camino de ida: voy dejando atrás parte del equipaje… Al no tener parrilla, da igual como ate los bultos…10 baches y ya van por libre. Parada para recolocar equipaje, y repetimos la salida. Txague abre camino, yo en medio y Leoncio detrás vigilando que no vaya soltando más lastre.
No se volvieron a repetir percances hasta…unos 10 km después… paramos a llenar depósitos y al arrancar la moto, se parte el cable del descompresor… jooood….rrrr…. los que han arrancado monocilíndrico gordo a patada saben de qué hablo…casi me vuelvo a casa ahí mismo.
Tiramos para la cafetería donde habíamos quedado, … presentaciones, desayuno, cháchara y ¡venga, que nos vamos!!!
De izquierda a derecha: Leoncio, Javi, txague, Sayago y Chema... los dos que vienen detrás son de otro grupo...
Y el javi que falta
Enseguida dejamos el asfalto para meternos por caminos de tierra, secos, que ya a las primeras de cambio nos enseñan lo que nos espera: una nube de polvo que nos envolverá durante casi todo el día, bueno, a txague no… ventajas de ir de guía…
Después de unos pocos kilómetros, nos metemos en el primer paso complicado: una subida pronunciada que había que tomar sin apenas inercia, lo que podía poner en apuros a las gordas.
Javi
Sayago
El menda
Chema, y detrás txague
Un poco más adelante, llegamos a un camino con una hierba húmeda que provocó un par de caídas, más aparatosa la de Leoncio, que aunque en principio parecía que no dejaba daños, al día siguiente se resentiría de un hombro, además de un par de heridas de guerra para la montura.
También hubo profundos y peligrosos vadeos…
https://vimeo.com/226196388
Vamos enlazando distintos caminos secos, saltando de uno a otro por breves tramos de asfalto. A todo esto, yo seguía soltando lastre… menos mal que no era el último, si no, llego sin saco y sin esterilla para dormir. Aprovechando que había alguna parrilla libre, le endoso sin pudor alguno el saco de dormir a Chema , llevando únicamente la esterilla atada con 2 cinchas... (ésta no se me cae, me digo...)
Hacemos una paradita a refrescarnos, que no todo va ser tragar polvo, y continuamos.
Se suceden bonitos parajes. Me llama especialmente la atención un campo de cereales que atravesamos por un serpenteante camino.
Al llegar al final de una larga pista entre pinos muy bonita, que permitía ir algo “alegre”, me dicen que por equipaje sólo llevo las cinchas… cagontóloquesemenea!!!… a dar la vuelta a ver si aparece la esterilla. Por suerte estaba esperándonos unos 3-4 km atrás.
Txague, Sayago, Leoncio y Javi (detrás de la cámara) esperándonos a Chema y a mí.
Aquí nos dejaría Javi (1200GS), que se tenía que volver a comer a casa. Decía que era su cuarta o quinta salida por lo marrón… yo no me lo creo por como llevaba ese mastodonte por donde fuimos… bravo por él!!!
La gran preparación física que me caracteriza empezaba a dar sus frutos: debíamos llevar unas 4 horas, cuando al ir a iniciar una subida rota, se me cala la moto… la única cuesta cercana es hacia arriba… así que lo intento a patada. A la tercera estaba tan fundido que me desequilibré y la moto se acuesta…, y yo casi con ella... . Es en estos momentos cuando echas en falta el botón mágico...Al rato viene Sayago, y entre los dos logramos subirla por la cuesta para arrancarla a la vieja usanza: meter segunda y para abajo. Resuelto el percance, nos reagrupamos y seguimos.
La caída tonta
https://vimeo.com/226197697
Continuamos por caminos rotos y cortafuegos
Leoncio
Chema
Javi
Un pequeño resumen
https://vimeo.com/226197605
Se acercaba la hora de parar a comer, pero aún nos quedaba una subida larga y rota, con mucha piedra suelta y dos estrechas roderas que la vegetación dejaba libres. Después de subir y subir, ya muy cerca del final, nos encontramos un tramo con unos profundos regueros por los que no se podía pasar. Txague lo intenta por un lateral lleno de maleza, y sube unos cuantos metros, pero la cosa está muy mal… las gordas por aquí no pasan… y las flacas con apuros…
Desde arriba
Un indígena de la zona hace de contrapunto a unas espectaculares vistas
Decidimos dar la vuelta...
y tirar por carretera hasta Puebla de Sanabria, en donde paramos a comer…¡y a beber!!
Ya un poco recuperados, cogemos nacional hasta Padornelo, en donde tomamos la pista que lleva hasta la presa. Nos faltan unos 30 km de pista rota y con piedra, machacona para los ya cansados brazos y piernas (por lo menos los míos, que parecían de mantequilla). El polvo no nos acompaña en esta ocasión, permitiendo disfrutar del paisaje.
En el bonito embalse de Cárdena hacemos un alto. Al fondo se ve el lago de Sanabria
Nos vamos acercando a la presa de Vega de Tera, la “presa rota”, que aparece bruscamente después de una curva en bajada. Impresiona el tamaño del boquete abierto por el agua.
El paraje es impresionante, y llama la atención, sobre todo, el silencio. Llegar hasta aquí no es fácil, pero vale la pena.
Sayago, Txague y Chema en la terraza del refugio
Chema y Sayago se vuelven a Zamora. Les queda un buen tramo de vuelta... Bravo por ellos también!!!
El “hotel” en donde pasaremos la noche los tres
Bajamos hasta el río con intención de darnos un chapuzón (al final quedó en eso…intención, el agua estaba bien fresca).
Desde aquí se contempla la otra cara de la presa, y abundan enormes cascotes de la presa que arrastró el agua en su carrera hacia el pueblo de Ribadelago
Las máquinas también tienen su merecido descanso
esta crónica está patrocinada por…
El reposo del guerrero…
El sol cae rápido detrás de las montañas. Estamos a unos 1500 metros y empieza a refrescar, así que encendemos la calefacción
A la luz de la lumbre, damos cuenta del menú escogido para la ocasión: delicias de ave sobre masa de trigo al horno, con láminas de tomate, y otras viandas
Todo ello bien regado con un tinto Don Simón madurado en Brick de cartón cosecha del 17
Cuando hemos dado cuenta de tan ricos alimentos, sacamos las piezas del puzle y lo montamos
la 5ª etapa del puzle está completada!!!
Después de un paseo para digerir tan opípara cena y, aprovechando que estamos en un sitio privilegiado para ello, nos entretenemos en observar el firmamento, que, gracias a la ausencia de luz en kilómetros a la redonda, luce de una manera espectacular. Al rato nos retiramos a descansar...mas o menos...
Por la mañana, un frugal desayuno nos pone en marcha. Nos acercamos a ver la cercana presa de Vega del Conde, y echar un vistazo a su refugio. Está en mucho mejor estado que el de Vega de Tera, pero esa noche mejor no haberla pasado allí…la juerga se debieron correr los que lo ocupaban no debió de acabar pronto…
Iniciamos camino de vuelta, haciendo una parada para despedirnos de la “presa rota”
Antes de llegar al embalse de Cárdena, cogemos un desvío que lleva a un mirador sobre el Lago de Sanabria
Al lado del lago, se puede ver en primera instancia el pueblo de Ribadelago, arrasado por la riada que provocó la rotura de la presa, y más alejado, el pueblo de Ribadelago Nuevo, que construyeron para alojar a los supervivientes. Otro despropósito: casas ideadas para construir en el sur y en las que en invierno no da el sol en todo el día
Dejamos el mirador y nos encaminamos a Padornelo, en donde hacemos un desayuno en condiciones. Aquí nos deja Leoncio y su maltrecho hombro, que vuelve para Vigo.
Txague y yo tiramos para Zamora. Aprovechando que tengo que volver por este sitio por la tarde de vuelta a casa, dejo todo el equipaje en la cafetería…
Sólo vamos dos, por lo que el ritmo es mucho más alegre que el día anterior.
De la vuelta no hay fotos ni videos, sólo dar gas...subir...dar gas...bajar...derrapar y seguir dando gas… Disfruté como gorrino en lodazal. Pena no poder hacer todo el camino de vuelta por off, pero tenía que llegar a casa a una hora decente, y los últimos kilómetros fueron por asfalto.
Llegamos a Zamora, cargamos la moto y vuelta para casa, que aún tenía 4 horas de camino.
Aquí finaliza el relato de un fin de semana ALUCINANTE, por la ruta, por los paisajes, por el vino , y sobre todo, por la gran compañía.